El Mérida Patrimonio inicia hoy su pretemporada para preparar la campaña más histórica desde su fundación

En ocasiones, el cuento-metáfora del patito feo encaja casi literalmente con la realidad. Abandonado por aquella que nunca debió traicionarle y falto de autoestima por la humillación que padece vaga en solitario durante todo el invierno hasta que, tras mucho esfuerzo y paciencia, amontona el arrojo necesario para contemplarse en el lago y descubrirse un cisne. El Mérida Patrimonio es hoy uno de esos cisnes en crecimiento, después de nacer en la parquedad e ir moldeándose a su antojo y descaro con el paso de las temporadas. Excepto sus creadores, casi nadie creyó en el proyecto de transformar el patito feo en cisne y conseguir la aceptación de gran parte de su hábitat.

Incubado por Paco Parodi, educado por Miguel Chocarro y ahora en manos de Antonio Moreno y Jesús Gutiérrez (con sus preceptores en la sombra ayudando), el cisne está preparado para enfrentarse a otros cisnes de su misma hermosura.

El sueño que nació de la fantasía es ya una certera realidad: el club presidido por Antonio Moreno y dirigido por Jesús Gutiérrez emprende hoy su preparación para codearse con equipos más grandes con los que hasta ahora se había codeado. Para su excitante aventura, además del cuerpo técnico, ha confiado tan sólo en el base uruguayo Holm y el alero Sada de la antaña plantilla, y los ha rodeado de un hijo pródigo que vuelve (el pívot David Ortega) y siete nuevos fichajes. De entre todos ellos, el base serbio Lucas Lazoutkis está llamado a marcar las pautas por su pasado en la liga griega y la Segunda División alemana. «No obstante, no sé quién se va a erigir en el líder de esta plantilla. Eso lo dirá el día a día. A lo mejor aparece un líder silencioso, que nadie se esperaba, como Perujo o Juan Andrés García», adelanta Jesús Gutiérrez. Sin embargo, y a pesar de la prudencia del técnico emeritense, sobre el papel no hay mejor base en la LEB Bronce que Lazoutkis.

Si ya de por sí es un atractivo interesante la presencia del serbio, el año promete ofrecer más. «Todos los partidos de esta competición van a ser como los de play-off de ascenso de la EBA, o incluso mejores porque contamos con americanos», opina el míster, conforme con el equipo que la junta directiva le ha construido con su beneplácito. «Hay más calidad que la temporada pasada. Pero nuestra filosofía va a ser la misma: entrenar y jugar como si fuera el último entrenamiento y partido», concluye Gutiérrez, que aún espera a Marlon Pierre, que todavía no ha llegado a la capital extremeña por problemas con el visado.